El Yoga Integral es una práctica holística que busca la integración del cuerpo, la mente y el espíritu, siguiendo los principios de Sri Aurobindo y Swami Vivekananda, y enfocándose en un enfoque de yoga que no solo abarca posturas físicas, sino también trabajo mental y emocional, y una conexión profunda con el ser interior. Swami Maitreyananda, discípulo de Sri Swami Sivananda, ha transmitido una enseñanza que equilibra la práctica espiritual y la salud física, adaptándola a las necesidades del ser humano moderno.
Estructura típica de una clase de Yoga Integral:
- Inicio con una oración o mantra: La clase comienza con una pequeña invocación o mantra. Esto crea un ambiente de respeto y serenidad, permitiendo que los estudiantes se centren y se conecten con la energía de la clase. Mantras como el Om o el Gayatri Mantra son comunes en esta tradición, ya que se considera que el sonido tiene un poder transformador y purificador.
- Pranayama (ejercicios de respiración): Antes de comenzar las posturas, se dedica un tiempo a la práctica de Pranayama (control de la respiración). Swami Maitreyananda, al igual que otros maestros de su linaje, pone un fuerte énfasis en la respiración consciente como herramienta de purificación, concentración y expansión de la energía vital (prana). Ejercicios de respiración como Nadi Shodhana (respiración alternada por las fosas nasales), Kapalbhati (respiración rápida y energizante) o Anulom Vilom (respiración de limpieza) son comunes, dependiendo de los objetivos de la clase.
- Asanas (posturas de yoga): En la tradición de Yoga Integral, las asanas son realizadas no solo para mantener el cuerpo saludable, sino también como una forma de purificar y armonizar la mente. Las posturas se realizan de manera fluida y conectadas con la respiración, buscando una integración de cuerpo, mente y espíritu.
- Posturas básicas: Se incluyen posturas fundamentales como Tadasana (postura de la montaña), Adho Mukha Svanasana (perro mirando hacia abajo), Vrksasana (postura del árbol) y Bhujangasana (cobra), las cuales favorecen la alineación del cuerpo y la conexión con el suelo.
- Fluidez y conciencia corporal: La atención en la alineación, la respiración y el movimiento fluido de las posturas es central, permitiendo que cada asana se convierta en una meditación en movimiento.
- Trabajo con la energía emocional y mental: Además del trabajo físico, una clase de Yoga Integral en esta tradición incluye prácticas que favorecen la paz mental y emocional. El instructor puede guiar ejercicios para la concentración y visualización, fomentando la autoobservación y el silencio interior. Estas técnicas buscan liberar tensiones emocionales y promover una actitud de aceptación, calma y gratitud.
- Meditación guiada o contemplación: Al final de la práctica de asanas, puede haber una breve meditación o trabajo de concentración en un punto específico (como el entrecejo o el corazón), lo que ayuda a integrar la práctica y cultivar una paz profunda.
- Relajación profunda (Yoga Nidra): La clase concluye con una relajación profunda, una técnica que favorece la relajación total del cuerpo y la mente. En esta tradición, la relajación no es solo física, sino también mental y emocional, y se puede hacer a través de Yoga Nidra, un estado de relajación consciente que permite a los estudiantes liberarse de tensiones acumuladas y alcanzar un estado de profundo descanso y rejuvenecimiento.
- Cierre con un mantra y agradecimiento: Finalmente, se cierra la clase con una oración o mantra, agradeciendo por la práctica y por la conexión que se ha alcanzado durante la sesión. Un saludo tradicional como el Namaste o la repetición del mantra Om Shanti (paz) puede ser utilizado para finalizar la clase, llevando la mente y el cuerpo nuevamente a un estado de serenidad.
Beneficios de la práctica de Yoga Integral:
- Equilibrio holístico: La práctica busca equilibrar el cuerpo, la mente y el espíritu, promoviendo una salud integral y un bienestar duradero.
- Purificación mental y emocional: A través del pranayama, la meditación y el trabajo con la energía, se trabaja también a nivel mental y emocional, lo que facilita el manejo del estrés, la ansiedad y las tensiones emocionales.
- Desarrollo de la autoconciencia: Fomenta una profunda conexión con el ser interior, lo que permite a los estudiantes comprender mejor sus patrones mentales y emocionales, favoreciendo el autoconocimiento.
- Fortalecimiento físico y flexibilidad: A nivel físico, la práctica de las asanas mejora la fuerza, la flexibilidad y la alineación del cuerpo.
- Bienestar integral: Al integrar las diversas ramas del yoga (físico, mental, emocional y espiritual), se logra una experiencia de bienestar que va más allá de los beneficios físicos del yoga.
Público objetivo:
- Personas que buscan una práctica equilibrada: Ideal para quienes buscan un enfoque integral que no solo trabaje el cuerpo, sino también la mente y las emociones.
- Practicantes de yoga de todos los niveles: La clase se adapta a todos los niveles, desde principiantes hasta más avanzados, ya que el instructor ajusta la práctica a las necesidades individuales de cada estudiante.
- Quienes buscan un yoga más profundo y consciente: Aquellos interesados en un yoga que fomente una conexión espiritual más profunda y una vivencia de paz interior.
¿Por qué elegir el Yoga Integral ?
Este enfoque integral ofrece una experiencia transformadora, no solo de desarrollo físico, sino también de crecimiento personal y espiritual. Al estar basada en los principios de grandes maestros como Swami Sivananda y Sri Aurobindo, tiene un enfoque profundo y meditativo, adecuado para quienes buscan una práctica completa y enriquecedora que involucre cuerpo, mente y espíritu.
En resumen, una clase de Yoga Integral ofrece una práctica completa que equilibra lo físico, mental, emocional y espiritual, con un enfoque personalizado y una conexión profunda con el ser interior.